El rechinamiento (o rechino) de los dientes, también conocido como bruxismo, es una dolencia que afecta a muchas personas y que tiene tratamiento odontológico. Y es que, aunque muchas personas no son conscientes, este problema puede tener consecuencias serias para tu salud en general y para tus dientes en particular.
Para que puedas conocer todo lo que hay que saber acerca de este tipo de problema, en Dentalfisio hemos querido dedicar el post de esta semana a este tema tan cotidiano como desconocido.
Rechino los dientes: el bruxismo
El rechino de los dientes o bruxismo es un término médico. Se emplea para designar el rechinamiento que se produce en la boca de las personas, por el roce de los dientes.
Se trata de una dolencia que puede tener causas muy diferentes. Por ejemplo, el estrés, problemas de oclusión dental, así como problemas de la articulación temporomandibular.
A diferencia de otros problemas que son fácilmente percibidos, el bruxismo solo lo puede diagnosticar un dentista. Un profesional que, además de señalar su existencia también identifica la causa que lo origina.
Detectar bruxismo
Aunque durante muchos años se pensó que el bruxismo era una actividad anormal masticatoria que se encontraba directamente relacionada con el desgaste dental y el dolor en los músculos masticatorios, la realidad actual es bien diferente. De ahí que se considere como un problema multifactorial, como ya se ha señalado anteriormente en este artículo.
Sin embargo, para detectar el bruxismo lo primero que hay que saber es que existen diferentes tipos de esta dolencia. Así, por ejemplo, hay un bruxismo diurno y otro nocturno. En este último caso, además, hay que tener en cuenta que suele ser la fuente de muchos problemas para tener un sueño reparador o continuado.
La prevalencia del bruxismo es muy alta en adultos (alcanzando un 8% el nocturno y hasta un 20% en el diurno).
Las formas de detectar bruxismo son varias y diferentes. Así, el paciente con bruxismo no sólo se detecta cuando se localiza la presencia clínica de desgaste dental, sino que también hay e síntomas a nivel del aparato masticatorio (dolor en la musculatura, artralgia, cefaleas, bloqueos en la articulación temporomandibular, etc.) que nos pueden ayudar a detectar su existencia.
Posible tratamiento del bruxismo
Aunque no se puede generalizar, pues depende mucho de cada persona, por lo general el bruxismo sigue un patrón de tratamiento. Así, por ejemplo y como primer paso, se suele recomendar la colocación de una férula para detener el proceso.
Hay que señalar que este problema ataca directamente a los dientes. De ahí que muchas veces se requiera una restauración total de los dientes. Un gesto que permita devolverles la forma y su función. Sin embargo, hay casos extremos en los que el dentista aconseja un tratamiento de ortodoncia que vaya más allá de este primer paso.
Con todo esto podemos decir que el tratamiento del bruxismo suele ser multidisciplinar y puede incluir la odontología neuromuscular, la fisioterapia, el tratamiento de posibles maloclusiones y el empleo de férulas, así como contemplar el tratamiento previo de posibles lesiones de caries o ausencias dentarias.
En algunos casos, además, se emplean fármacos e incluso técnicas de relajación y de control de estrés
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