Después de realizarnos un empaste suelen aparecer ciertas molestias. Para que sepas identificarlas desde Dentalfisio hemos redactado este artículo. En caso de que, tras someterte a este tipo de intervención dental, detectes otro tipo de sensaciones; o bien observes alguna molestia diferente a las que reflejamos, no dudes en ponerte en contacto con tu dentista. Puede ser síntoma de que algo no está funcionando como debiera o de que tu boca ha reaccionado de una manera singular a esta acción.
Molestias comunes después de un empaste
Los empastes son intervenciones que realizan los profesionales de la odontología para limpiar la cavidad que se genera, en una pieza dental, para rellenarla con algún material que ayude al diente a recuperar la estructura previa a la infección.
Un empaste es, pues, una intervención en la que se corta o perfora el diente, por lo que durante su realización se duerme la zona empleando anestesia.
Aunque no es habitual que haya molestias asociadas a la realización de empastes, a veces aparecen. Especialmente, en los casos en los que el tejido dañado se encontraba muy cerca del nervio de una pieza dental, pues se trata de una zona con mayor sensibilidad que el resto del diente. También pueden darse cuando hay pequeñas imperfecciones en la superficie del empaste o situaciones vinculadas a la anestesia o a las nuevas sensaciones que genera este nuevo material en nuestra dentadura.
Las molestias más frecuentes relacionadas con los empastes son las siguientes:
- Dolores en la mandíbula. Como durante el empaste tenemos abierta la boca durante mucho tiempo y estamos en tensión, es frecuente que las personas sientan dolor en la mandíbula horas después del empaste. Por lo general no suele requerir tratamiento alguno, aunque si es muy molesto, el dentista te recetará antiinflamatorios.
- Molestias al masticar. Eso sucede cuando el empaste se ha quedado un poco más alto que el resto de los dientes cercanos. Para que este problema desaparezca basta con que acudas a tu dentista y te examine el empaste. Probablemente, después de que lo limen un poco, la molestia desaparecerá.
- Sensación de haber perdido intensidad en la mordida. Mientras la anestesia siga afectando a tu cuerpo es probable que tengas la sensación de que has perdido fuerza a la hora de morder. Suele ser algo temporal, pues suele desaparecer en cuanto nos acostumbramos a la presencia del empaste.
- Quemaduras por no tener sensación de temperatura. Tras colocar un empaste en tu dentadura, lo habitual es que no tengas la misma sensibilidad. Por ello, debes tener cuidado al comer, evitando los platos muy calientes, o aquellos que requieren que muerdas con intensidad, pues podrías morderte la parte interna de tu boca y hacerte heridas.
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